Cómo montar tu propio ordenador gaming desde cero

Construir tu propio ordenador gaming es un viaje emocionante que te permite personalizar tu experiencia de juego al máximo, asegurando que cada componente esté perfectamente alineado con tus necesidades y preferencias. Aquí tienes una guía detallada para guiarte en este proceso, desde la planificación inicial hasta el ensamblaje final.

Planificación y Presupuesto

El primer paso para construir tu PC de gaming es definir tus objetivos de juego y establecer un presupuesto. Considera qué tipos de juegos quieres jugar (AAA, indie, VR) y a qué resolución y tasa de cuadros por segundo (FPS) aspiras. Esto influirá directamente en la selección de tus componentes. Un presupuesto claro te ayudará a tomar decisiones informadas, equilibrando el rendimiento y el coste.

Selección de Componentes Detallada

Procesador (CPU)

La elección del procesador es fundamental, ya que este componente es el cerebro de tu PC, influyendo directamente en el rendimiento general y en juegos específicos.

AMD Ryzen: Destacan por su excelente relación calidad-precio y su rendimiento multitarea. Los modelos se dividen en:
- Ryzen 3: Ideal para presupuestos ajustados y gaming básico.
- Ryzen 5: Un punto medio excelente para gamers serios con un presupuesto moderado.
- Ryzen 7 y Ryzen 9: Orientados a entusiastas y usuarios que realizan tareas pesadas como la edición de video, gracias a sus múltiples núcleos e hilos.
- Ryzen Threadripper: Diseñado para estaciones de trabajo y usuarios que demandan el máximo rendimiento multitarea. No es necesario para la mayoría de los juegos, pero es una opción para creadores de contenido y profesionales.
Intel Core: Tradicionalmente elegidos por su alto rendimiento en juegos, especialmente en tareas que dependen de la potencia de un solo núcleo.
- Core i3: Buena opción para gaming a nivel de entrada.
- Core i5: Para gamers que buscan un buen rendimiento en la mayoría de los juegos modernos sin romper el banco.
- Core i7 y Core i9: Dirigidos a gamers y profesionales que buscan el máximo rendimiento y tienen presupuestos más altos.

Placa Base

La placa base es esencial para asegurar que todos tus componentes trabajen juntos de manera eficiente. Considera los siguientes factores:

Factor de forma: ATX para más slots de expansión y características; Micro-ATX para una buena relación tamaño/características; Mini-ITX si buscas una build compacta.
Soporte de memoria RAM: Verifica la capacidad máxima y las velocidades soportadas para asegurar que puedas instalar la cantidad de RAM deseada a la velocidad que prefieras.
Slots de expansión y puertos: Asegúrate de que tenga suficientes conexiones para todos tus dispositivos, incluyendo slots PCIe para tarjetas gráficas, SSDs M.2 para almacenamiento rápido, y suficientes puertos USB para tus periféricos.

Memoria RAM

La memoria RAM es crucial para el rendimiento del sistema, afectando no solo a los juegos sino también a la capacidad de multitarea de tu PC.

Capacidad: En el mercado actual, 16 GB sigue siendo el punto de partida recomendado para los gamers, pero con juegos cada vez más exigentes y el uso de aplicaciones en paralelo, 32 GB se está convirtiendo rápidamente en el nuevo estándar para los entusiastas y para aquellos que desean «a prueba de futuro» su sistema.
Velocidad y Latencia: Las velocidades de RAM ahora pueden alcanzar hasta 5000 MHz o más, aunque las ganancias de rendimiento se reducen más allá de 3600 MHz para la mayoría de las configuraciones. La latencia, indicada por números como CL16 (16-16-16-36), sigue siendo importante; menor es mejor. Para los sistemas basados en AMD Ryzen, la velocidad de la RAM puede tener un impacto significativo debido a su diseño de Infinity Fabric, donde velocidades de RAM más altas pueden mejorar directamente el rendimiento del procesador.
Compatibilidad y Estética: Asegúrate de que tu placa base soporte la velocidad de la RAM que elijas. Además, con la popularidad de las builds personalizadas, muchas RAM vienen con disipadores de calor y RGB personalizables para complementar la estética de tu sistema.

Tarjeta gráfica (GPU)

Las tarjetas gráficas han experimentado un enorme crecimiento gracias a las nuevas tecnologías que mejoran tanto el rendimiento como la eficiencia energética.

Última generación: NVIDIA y AMD continúan liderando el mercado, con la serie NVIDIA RTX 40 y la serie AMD RX 7000 representando lo último en juegos. Esta tarjeta no sólo ofrece importantes mejoras en FPS y gráficos sino que también integra tecnologías avanzadas como ray tracing y upscaling de inteligencia artificial (DLSS de NVIDIA y FSR de AMD), que mejoran la calidad de la imagen sin restarle rendimiento.
Elección de GPU: elegir entre NVIDIA y AMD dependerá de tus preferencias personales, tu presupuesto y la decisión con la que planeas jugar. Para juegos de 1080p, por ejemplo, gráficas como NVIDIA RTX 4060 o AMD RX 7600 ofrecen un rendimiento excelente. Si desea 1440p o 4K, querrá buscar un modelo de gama alta como el RTX 4080 o RX 7900XT.

Almacenamiento

La tecnología de almacenamiento ha mejorado y proporciona velocidades de lectura/escritura y mayor capacidad en factores de forma compactos.

SSD PCIe 4.0 y 5.0 NVMe: Estas unidades son actualmente las más rápidas del mercado, con velocidades que pueden superar significativamente las de los SSD y HDD SATA tradicionales. Son ideales para sistemas operativos, aplicaciones y juegos, ya que reducen los tiempos de carga y mejoran la capacidad de respuesta general del sistema. La elección de PCIe 4.0 y 5.0 dependerá de tu placa base y de si buscas la mayor velocidad en la transferencia de datos.
Capacidad: Debido al tamaño de los juegos modernos, se recomienda un SSD de al menos 1 TB para los jugadores, aunque muchas personas optan por sistemas de 2 TB o más para evitar la necesidad de consultar siempre el espacio de almacenamiento.
Discos duros de almacenamiento masivo: a pesar de la prevalencia de los SSD, los discos duros tradicionales siguen siendo una forma rentable de almacenar grandes cantidades de datos, como archivos multimedia o juegos que no se pueden reproducir y con muchas funciones. Combine un SSD para sus sistemas operativos y juegos habituales con un disco duro de 2 TB o más para equilibrar el rendimiento y el almacenamiento.

Unidad de fuente de alimentación (PSU)

Elegir una fuente de alimentación es importante para garantizar un suministro de energía estable y confiable a todas las partes de tu PC. Aquí hay varias cosas a considerar:

Energía: la fuente de alimentación debe tener suficiente energía para admitir todas sus funciones actuales y cualquier actualización futura. La forma más sencilla de estimar los requisitos de energía es utilizar una calculadora de PSU en línea e ingresar los detalles de tu producto. Como regla general, los sistemas de gama media pueden requerir de 550 W a 650 W, mientras que los sistemas de gama alta o más GPU pueden requerir 750 W o más.
Certificación de eficiencia: las fuentes de alimentación vienen con más de 80 certificaciones que demuestran su eficiencia energética. Estos van desde 80+ (el nivel más básico) hasta 80+ Titanium (el más eficiente). Las certificaciones típicas incluyen 80+ Bronce, Plata, Oro, Platino y Titanio. El uso eficiente de alta potencia significa más energía desperdiciada en forma de calor y, por lo tanto, un funcionamiento más fresco y silencioso. Para la mayoría de los usuarios, 80+ Gold logra un buen equilibrio entre costo y eficiencia.
Modularidad: Hay tres tipos de fuentes de alimentación: no modulares, semimodulares y totalmente modulares. Los modelos no modulares tienen todos los cables fijos y no todos están en uso, lo que puede dificultar la gestión de los cables. El semimodular te permite desconectar algunos cables innecesariamente, mientras que el totalmente modular le permite desconectar todos los cables, lo que facilita el atado limpio y el mantenimiento de los cables.
Seguridad: busca una fuente de alimentación con protección integrada contra sobretensiones, sobrecargas y atajos para garantizar la seguridad detus productos.

Torre

La torre, es más que el hogar real de tu PC; afecta el rendimiento de refrigeración, los niveles de ruido y la facilidad de montaje y desarrollo futuro. Considera los siguientes puntos al elegir tu carcasa:

Tamaño y compatibilidad: las cajas vienen en una variedad de tamaños, especialmente ATX, Micro-ATX y Mini-ITX, que deben coincidir con el tamaño de tu placa base. También asegúrate de que la torre sea lo suficientemente grande para acomodar tu GPU y cualquier sistema de refrigeración que desees, especialmente si optas por soluciones de refrigeración líquida.
Flujo de aire y refrigeración: debe ser un buen argumento para una excelente ventilación a través de un sistema de admisión y escape bien pensado. Algunos casos también utilizan filtros de polvo para mantener limpios los componentes.
Gestión de cables: una caja con opciones de gestión de cables te ayudará a lucir mejor y mejorará la ventilación para facilitar las actualizaciones. Busca cajas con suficiente espacio detrás de la bandeja de la placa base para almacenar y organizar cables.
Estética e Innovación: La estética es una preferencia personal que también juega un papel importante en la selección del tema. Muchas torres ofrecen paneles de vidrio templado para mostrar sus componentes, iluminación RGB y soportes para discos duros/SSD adicionales. Considera sus prioridades y cómo encajan en tu negocio o área de juegos.

Montaje y configuración

Construir tu PC para juegos es un momento emocionante, pero también requiere atención al detalle. Aquí te guiaré paso a paso a través de este importante proceso.

Preparación del lugar de trabajo: asegúrate de tener un área grande y limpia para trabajar, preferiblemente sin alfombra para reducir la estática. Una mesa grande es perfecta.
Herramientas: Se requiere un destornillador Phillips. Puede haber cajas o contenedores que vengan con herramientas específicas, así que tenlos a mano.
Protección contra la electricidad estática: La electricidad estática puede dañar los componentes electrónicos. Usa guantes resistentes o asegúrate de tocar regularmente un objeto metálico grande en el piso para liberar la estática acumulada.

Instalación de la CPU

Abre el socket: levanta la palanca del zócalo de la CPU en la placa base.
Coloca la CPU: identifica la ruta correcta (generalmente una esquina marcada en la CPU paralela al socket) y coloca con cuidado la CPU en el socket. No debería requerir el uso de la fuerza.
Cierra el socket: baja la palanca para mantener la CPU asegurada.

Instalación de la RAM

Abre los clips: abre los clips de las ranuras de RAM que quieres utilizar.
Instala los módulos RAM: alinea los módulos RAM con las muescas en la ranura, asegurándote de que la orientación sea correcta. Presiona firmemente hasta que los clips se cierren automáticamente y aseguren la RAM.

Instalación del sistema de refrigeración (CPU)

Prepara la pasta térmica: si tu refrigerador no proporcionó pasta térmica previamente aplicada, deberás aplicar una pequeña cantidad en el centro de la CPU.
Instala el refrigerador: Instala el sistema de refrigeración en la CPU, siguiendo las instrucciones específicas de montaje. Asegura el refrigerador con los tornillos o dispositivos provistos.
Conecta el ventilador: conecta el cable del ventilador del refrigerador de la placa base al conector etiquetado como ventilador de CPU.

Instalación de la placa base en la torre

Instalación del protector de I/O: Si tu gabinete o placa base viene con un protector de I/O (placa de puerto posterior), instálalo primero en el gabinete.
Instala la placa base: Alinea la placa base con los soportes y el protector de I/O. Verifica que se pueda acceder a todos los puertos a través del escudo de E/S.
Conecta la placa base: usa los tornillos proporcionados para fijar la placa base a la carcasa.

Instalación de la GPU

Retira los protectores de las ranuras: Retira los protectores de las ranuras PCIe en caso de que instales la tarjeta gráfica.
Inserta la GPU: alinea la GPU con la ranura PCIe x16 y presiona firmemente hasta que el clip de la ranura se bloquee, asegurando la tarjeta.

Instalación de Dispositivos de Almacenamiento

SSD/HDD: Instala tus unidades de almacenamiento en los compartimentos o bandejas correspondientes.Los SSD M.2 se conectan directamente a la placa base y se fijan con tornillos.
Conexión: Conecta los cables SATA de los discos duros o SSD a la placa base y los cables de alimentación de la PSU a las unidades.

Instalación de la fuente de alimentación (PSU)

Instala la fuente de alimentación: coloca la fuente de alimentación en su alojamiento, generalmente en la parte inferior de la caja, y asegúrala con tornillos.
Conexión especial: conecta el cable de alimentación principal de 24 pines a la placa base y el cable de alimentación de la CPU de 8 pines. También asegúrate de agregar energía a la GPU y a cualquier otro componente que requiera energía directamente.
Orden de gestión de cables y flujo de aire: organiza los cables de manera que no obstruyan el flujo de aire hacia el interior de la carcasa. Utiliza una brida o los sistemas de gestión de cables de tu caja para mantener todo en orden.
Conexión final: conecta los cables del panel frontal de la caja (USB, audio, botones de encendido) a la placa base siguiendo las instrucciones del manual.

Configuración del sistema

Verifica todas las conexiones: antes de encender tu PC, verifica todas las conexiones para asegurarte de que todo esté correctamente enchufado y conectado.
Primer arranque: conecta tu monitor, teclado y ratón y enciende la PC. Ve al BIOS/UEFI y asegúrate de que todas las funciones se detecten correctamente.
Instalación del sistema operativo: utilizando el medio de instalación preparado (USB o DVD), sigue las instrucciones para instalar el sistema operativo de tu elección.
Instalación del controlador: después de instalar el sistema operativo, descarga e instala los controladores necesarios para tu placa base, GPU y cualquier otro componente.

Optimización y mantenimiento

Una vez que tu PC esté en funcionamiento, hay varios pasos que puedes seguir para optimizar su rendimiento y mantenerlo en su mejor estado.

Optimización del sistema operativo

Actualizaciones: asegúrate de que tu sistema operativo esté actualizado. Las actualizaciones suelen incluir mejoras de rendimiento, correcciones de seguridad y nuevos controladores que pueden tener un impacto positivo en la experiencia de juego.
Configuración de energía: en el panel de control, configura la configuración de energía en «Alto rendimiento» o similar para garantizar que tu PC aproveche al máximo sus recursos durante el juego.
Deshabilita los programas de inicio no esenciales: usa el administrador de tareas para deshabilitar los programas que se inician automáticamente en el sistema pero que no son necesarios para tus sesiones de juego, liberando recursos del sistema.

Optimización de GPU

Controladores actualizados: mantén actualizados los controladores de tu tarjeta gráfica para garantizar que sean compatibles con los juegos más recientes y tengan las configuraciones de rendimiento más recientes.
Configuración de control de GPU: Tanto NVIDIA como AMD ofrecen paneles de control donde puedes ajustar configuraciones globales o específicas de juegos para optimizar el rendimiento o los gráficos según lo desees.

Optimización de juegos

Ajustes In-Game: experimenta con diferentes configuraciones de gráficos en tus juegos. En muchos casos, los ajustes en ciertos procesos pueden mejorar significativamente los FPS sin tener un efecto perceptible.
Herramientas de optimización: considera habilitar herramientas de optimización o aquellas proporcionadas por los sistemas de juegos, como GeForce Experience o el software AMD Radeon, que pueden realizar cambios automáticamente en tu sistema de juegos y en tu hardware particular.

Mantenimiento físico

Limpieza regular: El polvo puede acumularse en partes de tu PC y afectar la ventilación, provocando altas temperaturas y potencialmente una disminución del rendimiento. Abre tu caja cada pocos meses y usa aire comprimido para limpiar el polvo de ventiladores, calentadores y otras fuentes.
Verificación de componentes: Utiliza los conjuntos de limpieza para verificar que todos los componentes estén instalados correctamente y que no haya signos de desgaste o daños, especialmente en cables y conexiones.

Mantenimiento de software

Actualizaciones de software y controladores: además del sistema operativo y los controladores de GPU, asegúrate de que todos los controladores de hardware estén actualizados, incluida la placa base, los dispositivos de red y cualquier periférico necesario.
Desfragmentación del disco duro: si utilizas un disco duro (HDD) para el almacenamiento, la desfragmentación periódica puede ayudar a mejorar el tiempo de carga. Ten en cuenta que esto no es necesario para los SSD y, de hecho, puede reducir su vida útil.
Monitoreo del estado del hardware: utiliza herramientas de software para monitorear el estado de tus discos duros, la temperatura de tus componentes y el rendimiento general del sistema. Esto puede ayudarte a identificar problemas antes de que se agraven.

Construir tu propia PC para juegos desde cero es una experiencia educativa y extremadamente gratificante que te permite crear una máquina personalizada que se adapta perfectamente a tus necesidades de juego y expectativas de rendimiento. Desde la cuidadosa selección de piezas hasta el montaje meticuloso, seguido del refinamiento y el mantenimiento continuo, no es que cada paso de este viaje mejore tu comprensión del hardware y el software, lo que no solo mejora la vitalidad de tus experiencias de juego, sino que también refuerza la conexión personal con tu diseño.

La clave del éxito en este proyecto es una planificación detallada, una investigación detallada y un enfoque paciente, un método para recopilar y organizar materiales. Al mantenerte al tanto de los últimos avances en tecnología de hardware, adoptar prácticas inteligentes y participar en un programa de mantenimiento regular, puedes asegurarte de que tu PC no solo presente el rendimiento excepcional que te brindará hoy, sino que también esté lista para enfrentar los desafíos de los juegos futuros.

Recuerda, la belleza de construir tu propia PC no es solo la potencia y la flexibilidad que ofrece, sino también la satisfacción personal y la sensación de logro que conlleva ensamblar cada pieza y ajustar tu sistema para hacerlo perfecto. En última instancia, más allá de la pura potencia de procesamiento o las impresionantes tasas de FPS, es la diversión y el cuidado que pones en tu habitación lo que realmente define tu experiencia de juego.

Entonces, ya sea que estés construyendo tu primera PC o actualizando al último sistema de alta gama, acércate al evento con entusiasmo, mantén la curiosidad y disfruta cada momento del viaje. Ser una PC es más que la suma de sus partes; es el corazón de tu experiencia de juego, una fuente de orgullo personal y un testimonio de tu dedicación al arte de los juegos de PC.