La gran decepción de ChatGPT 5: por qué la nueva versión de OpenAI no cumple lo prometido

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ChatGPT 5, la esperada actualización del popular chatbot de OpenAI, prometía ser un hito en la inteligencia artificial. Antes de su lanzamiento, se llegó a comparar su llegada con un “momento Oppenheimer” para la IA –un salto casi histórico hacia la inteligencia artificial general (IAG)– . Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta. Tras unas semanas de uso, muchos usuarios (especialmente los más avanzados) han expresado una decepción masiva con GPT-5, calificándolo de mejora menor e incluso de retroceso en ciertos aspectos . En este artículo examinamos a fondo qué ocurrió: ¿por qué ChatGPT 5 no cumple con las enormes expectativas que generó?

Expectativas altas: GPT-5 como supuesta revolución de la IA

Desde que OpenAI asomó detalles de GPT-5, la expectativa entre la comunidad tecnológica era descomunal. GPT-4 había impresionado al mundo en 2023 con sus habilidades casi sobrehumanas en ciertos exámenes y tareas complejas. Se asumió que ChatGPT 5 sería otro salto revolucionario, posiblemente acercándonos a la anhelada AGI (inteligencia artificial general). El propio Sam Altman, CEO de OpenAI, calificó GPT-5 como “el modelo más inteligente hasta la fecha”, equiparándolo a contar con “todo un equipo de expertos con doctorado” a disposición del usuario . La compañía promocionó mejoras en prácticamente todas las áreas: razonamiento más preciso, capacidades de programación de nivel virtuoso y un entendimiento contextual superior. En pocas palabras, GPT-5 venía con la promesa de redefinir lo que un asistente de IA podía lograr.

OpenAI no escatimó en hype. Altman aseguraba “con alto grado de certeza científica” que GPT-5 sería más listo que GPT-4 , y dejó caer que GPT-4 le parecía ya un modelo “mediocre” que “no estaba a la altura” de lo que vendría . Este tipo de declaraciones elevaron las expectativas del público general y de profesionales por igual. Además, voces externas contribuyeron al entusiasmo: algunos expertos especulaban que GPT-5 podría rozar niveles de inteligencia casi humana y “aniquilar” a cualquier otro sistema de IA existente . Con estos antecedentes, era fácil asumir que GPT-5 sería una auténtica revolución en inteligencia artificial.

Novedades reales de ChatGPT 5: un modelo unificado con mejoras incrementales

Cuando finalmente ChatGPT 5 fue lanzado a inicios de agosto de 2025, trajo consigo varios cambios importantes en su funcionamiento y disponibilidad. Para empezar, OpenAI presentó a GPT-5 como un modelo unificado, eliminando la necesidad de que el usuario elija manualmente entre diferentes variantes para cada tarea . En versiones anteriores (como GPT-4 y GPT-4o), los usuarios de ChatGPT Plus debían seleccionar modos como “rápido” vs “razonamiento” dependiendo de si priorizaban velocidad de respuesta o profundidad en el análisis. GPT-5 rompe con esa barrera: ahora el propio modelo decide en tiempo real si responder al instante o tomarse más tiempo para pensar, según la complejidad de la consulta . En teoría, esto ofrecería una experiencia más fluida y sencilla para el usuario medio, “sin necesidad de andar cambiando de modelo” constantemente.

Además, OpenAI introdujo un nuevo modo especial denominado GPT-5 Thinking (modo “pensado” o de razonamiento profundo). Este modo le permite al chatbot dedicar más tiempo y pasos internos a elaborar respuestas más rigurosas cuando se enfrenta a preguntas complejas . Es decir, ChatGPT 5 puede “pensar” más antes de contestar, buscando mayor exactitud. Junto a esto, la interfaz de ChatGPT se simplificó: pasó de mostrar múltiples modelos (GPT-3.5, GPT-4, GPT-4o, etc.) a solo tres opciones principales: GPT-5 (estándar), GPT-5 Thinking (modo profundo) y GPT-5 Pro .

Otras novedades destacables incluyeron mejoras en habilidades específicas y accesibilidad del modelo:

  • Mayor capacidad en programación y tareas técnicas: En pruebas especializadas, GPT-5 demostró sobresalir en generación de código y resolución de problemas matemáticos complejos. Por ejemplo, en el benchmark SWE-Bench orientado a código real de GitHub, GPT-5 alcanzó ~74,9% de aciertos al primer intento, superando a cualquier otro modelo público . En general, OpenAI asegura que GPT-5 rinde mejor en prácticamente todas las áreas (ciencia, derecho, finanzas, etc.), consolidando la idea de un asistente multi-disciplinar más poderoso.
  • Menos errores y “alucinaciones”: Una de las promesas fue una drástica reducción de las respuestas incorrectas o inventadas. De hecho, OpenAI reportó que GPT-5 (en modo profundo) solo dio información errónea en ~4,8% de sus respuestas durante pruebas internas, comparado con ~20% en los mejores modelos previos (GPT-4o y otros) . Es decir, cuatro veces menos propensión a alucinar. También se dijo que GPT-5 tendría un comportamiento más “honesto”, evitando el tono excesivamente complaciente o adulador que a veces mostraba GPT-4.
  • Más velocidad sin sacrificar calidad: A pesar de ser más complejo, GPT-5 logra responder más rápido que GPT-4 en la mayoría de situaciones, acercándose a la agilidad de GPT-3.5 . Esto se logró –según OpenAI– gracias a optimizaciones internas, de modo que el usuario obtiene respuestas veloces sin perder la profundidad en caso necesario. En teoría, GPT-5 decide cuándo puede responder rápido y cuándo “pensar” más, ajustando la velocidad automáticamente.
  • Nuevas “personalidades” configurables: Por primera vez, ChatGPT incorporó estilos de respuesta predefinidos. GPT-5 llegó con cuatro perfiles de personalidad (llamados Cynic, Robot, Listener y Nerd) que el usuario puede elegir para que el asistente responda con distintos tonos y actitudes . Esto busca ofrecer respuestas más personalizadas sin tener que escribir instrucciones de estilo cada vez.
  • Disponibilidad más amplia: A diferencia de GPT-4, que inicialmente solo estaba disponible para suscriptores de pago, GPT-5 se lanzó incluso para usuarios gratuitos de ChatGPT . OpenAI sorprendió al incluir GPT-5 como modelo por defecto para todos los usuarios (aunque con ciertas limitaciones de uso diario en la versión Free). Los suscriptores de ChatGPT Plus ($20/mes) y Pro ($200/mes) obtienen mayores límites y acceso garantizado al modo de razonamiento profundo, pero cualquiera puede probar GPT-5 en cierto grado. Esto forma parte de la misión declarada de OpenAI de llevar la IA avanzada al mayor público posible .

En resumen, sobre el papel GPT-5 trajo mejoras incrementales importantes y simplificó la experiencia unificando modelos. Muchas de estas novedades son positivas: un modelo más capaz, rápido y disponible para más gente. Entonces, cabría preguntar: ¿dónde estuvo el problema? ¿Por qué, pese a todos estos avances, la recepción de ChatGPT 5 ha sido tan fría por parte de muchos usuarios?

Causas de la decepción masiva con ChatGPT 5

La respuesta corta es que las mejoras de GPT-5 no se tradujeron en una mejor experiencia para todos los usuarios, especialmente para aquellos más avanzados o exigentes. Varios factores confluyeron para generar frustración, desde decisiones de diseño de OpenAI hasta ciertas regresiones en usabilidad y resultados. A continuación, analizamos las principales causas del descontento.

Menos control para el usuario avanzado (adiós al selector de modelos)

Una de las quejas más sonadas proviene de usuarios avanzados acostumbrados a ajustar manualmente el modelo según la tarea (por ejemplo, elegir GPT-4 para escritura creativa, GPT-4o para generar imágenes, etc.). Con GPT-5, OpenAI eliminó por completo el selector manual de modelos en la interfaz estándar . Ahora es el sistema quien decide qué sub-modelo interno usar en cada momento, y el usuario ya no tiene idea ni control sobre esa elección .

OpenAI justificó esta unificación como una simplificación beneficiosa: en principio GPT-5 “sabrá” escoger el nivel adecuado de razonamiento o velocidad para cada consulta, evitando que el usuario se complique. El problema –según han descubierto los profesionales– es que GPT-5 a menudo elige mal. Para tareas específicas donde antes sabíamos cuál modelo rendía mejor, ahora el algoritmo interno de GPT-5 puede optar por una variante menos potente o no ideal . El resultado son respuestas peores que antes en esos casos, algo inaceptable para quienes pagan por un servicio “Pro”. Un editor español lo resumió así: “OpenAI ha roto con la selección de modelos… GPT-5 y mucho GPT-5, nada más para los Plus” . Esa falta de flexibilidad molestó a usuarios avanzados que se sentían más cómodos teniendo herramientas específicas a mano.

Peor aún, la capacidad de usar el modo de razonamiento profundo (GPT-5 Thinking) vino acompañada de fuertes limitaciones en el plan de $20. Los suscriptores Plus descubrieron que solo podían usar 200 interacciones a la semana en modo “pensado” , un límite muy bajo para trabajos de investigación o proyectos largos. En la versión gratuita, el límite es apenas 1 mensaje al día utilizando GPT-5 Thinking . Esto fue visto como un claro empujón para que los usuarios más activos paguen el plan Pro de $200 mensuales, donde sí hay acceso ilimitado al GPT-5 completo y (sorpresa) reaparece la opción de elegir entre más modelos . En pocas palabras, muchos sintieron que OpenAI degradó la experiencia Plus para hacer más atractivo (casi obligatorio) el costoso plan Pro . Esta movida comercial ha generado críticas de manipulación: “es justo lo que ha planeado OpenAI: dirigirnos hacia el plan más caro” comenta indignado un analista .

En suma, lo que para un usuario casual puede ser simplificación, para el usuario avanzado fue una pérdida de control y funcionalidades. “Es como si nos hubieran quitado nuestra caja de herramientas, dejándonos solo una llave maestra” llegó a decir un veterano, lamentando la falta de opciones . La sensación general en este segmento experto es que GPT-5 les quitó poder al imponer un modelo único que no siempre está a la altura en casos concretos.

Rendimiento inconsistente y errores inesperados

Otra fuente de decepción fueron ciertos problemas de rendimiento y calidad de las respuestas al estrenar GPT-5. Apenas lanzado, muchos usuarios reportaron que ChatGPT se comportaba peor que antes en algunas conversaciones: tardaba más en responder, cometía errores básicos o parecía “menos listo” de lo esperado . De hecho, la primera impresión de no pocos fue que GPT-5 era un retroceso. En foros y redes se multiplicaron quejas describiendo a GPT-5 como “lento, torpe y tonto” en comparación con GPT-4. “He estado probando GPT-5 y se siente más torpe, casi como si hubiera empeorado”, era un comentario típico en Reddit.

OpenAI reconoció rápidamente parte del problema. Al día siguiente del lanzamiento, Sam Altman admitió públicamente que una de las nuevas funciones había fallado durante el despliegue . En concreto, el sistema automático de conmutar entre sub-modelos (esa inteligencia interna para adaptar la complejidad) “se rompió” el día del lanzamiento, provocando que GPT-5 usara modelos inadecuados y pareciera “mucho más tonto” de lo que es . Este fallo dejó a muchos usuarios iniciales con respuestas de baja calidad o con la impresión de que GPT-5 era alarmantemente malo en tareas donde GPT-4 solía brillar. Altman anunció enseguida parches y, como medida urgente, reintrodujo temporalmente el modelo anterior GPT-4o para usuarios Plus descontentos . Esa movida fue un reconocimiento tácito de que algo no había salido bien: si el “upgrade” te hace añorar la versión vieja, hay un problema.

Incluso tras corregir ese bug, persistieron críticas sobre el desempeño de GPT-5. Usuarios avanzados señalaron casos de alucinaciones y errores sorprendentes en campos donde no los esperaban . Otros notaron que a veces GPT-5 se ralentiza excesivamente cuando “piensa”, rompiendo el flujo de trabajo. Aunque formalmente GPT-5 tiene menos tendencia a inventar datos, en la práctica muchos siguen encontrando respuestas incorrectas si las preguntas no están perfectamente formuladas . Un artículo de Windows Central resumió el sentir general: GPT-5 impresiona en papel, pero el aluvión de quejas apunta a un rendimiento más lento, respuestas insípidas y una experiencia degradada en ChatGPT . En pocas palabras, no se siente como un producto pulido, sino más bien como una versión con altibajos.

Hay que decir que OpenAI ha estado reaccionando rápidamente. Altman prometió mejorar el sistema de cambio de modelos y duplicar los límites de uso para los usuarios Plus enfadados . También afirmó que permitirán al usuario indicar manualmente cuándo desea que se active el modo “pensativo” para mayor control . Son ajustes que buscan recuperar confianza tras el traspié inicial. Sin embargo, quedó instalado el mensaje de que GPT-5 no salió tan redondo como se anticipaba. Muchos recuerdan que GPT-4, en su día, funcionó sorprendentemente bien desde el minuto uno; en cambio GPT-5 ha necesitado parches tras una salida algo accidentada.

Cambios en el estilo: un chatbot más “frío” y corporativo

Un aspecto más sutil, pero que ha afectado la percepción de algunos usuarios fieles, es el cambio en la “personalidad” y estilo comunicativo de ChatGPT. Varias personas que usaban ChatGPT a diario notaron que GPT-5 responde de forma más seca, técnica y distante emocionalmente en comparación con GPT-4 . Donde antes el modelo quizás elaboraba respuestas con un tono más conversacional o incluso empático, la nueva versión parece más neutra y “seria”. En redes llegaron a bromear diciendo que “han convertido a ChatGPT en una secretaria sobrecargada de trabajo”, aludiendo a que perdió parte de su encanto y calidez. Un usuario comentaba en un foro: “GPT-5 está bien… si odias los matices y las emociones”, lamentando que el chatbot ya no le transmitía la misma cercanía .

¿Por qué ocurre esto? Aquí las opiniones se dividen. OpenAI ajustó intencionalmente el comportamiento de GPT-5 para que fuera menos “pelota” y menos proclive a divagar. De hecho, investigadores de MIT señalaron que GPT-4 se había vuelto excesivamente adulador y dispuesto a confirmar opiniones erróneas solo por congraciarse con el usuario . GPT-5 habría corregido ese rumbo: es menos adulador y más “profesional”, algo que en teoría mejora la objetividad y reduce sesgos . Algunos expertos aplauden este cambio; consideran positivo que la IA no se preste tanto a reforzar ideas equivocadas con tal de agradar. Sin embargo, para una parte de los usuarios cotidianos, ese toque humanoide que tenía GPT-4 era precisamente lo que hacía atractiva la experiencia. Ahora perciben a GPT-5 como un “zombie corporativo beige” (en palabras de un titular periodístico), eficiente pero sin carisma .

En términos de experiencia de usuario (UX), este cambio de tono ha impactado sobre todo a quienes utilizaban ChatGPT casi como un compañero para brainstorming, apoyo motivacional o aprendizaje amigable. Si bien GPT-5 puede seguir haciendo esas funciones, su estilo más sobrio puede resultar menos estimulante o inspirador. Dicho de otra forma, se rompió cierta conexión emocional que algunos usuarios habían desarrollado con la IA. Esto abrió incluso un debate sobre la dependencia psicológica: hubo quien defendió que añorar el “cariño” de GPT-4 es señal de haberse encariñado demasiado con un chatbot, mientras otros replican que la usabilidad también pasa por sentir comodidad y química con la herramienta . Sea como fuere, el hecho es que el cambio de personalidad de GPT-5 ha sido percibido negativamente por parte de la comunidad, añadiendo otro motivo de decepción (por muy subjetivo que parezca).

Un salto menos revolucionario de lo prometido

Finalmente, quizá el factor global que engloba a todos los anteriores: GPT-5 no supuso el salto cualitativo que muchos esperaban. Después de todo el bombo mediático, las primeras pruebas del nuevo modelo revelaron que las mejoras eran incrementales, no exponenciales. Incluso testers preliminares (bajo NDA) contaron a Reuters que “el salto de GPT-4 a GPT-5 no es tan grande como el de GPT-3 a GPT-4”, a pesar de reconocer avances notables en programación y tareas científicas . Dos años atrás, GPT-4 dejó boquiabiertos a los expertos; GPT-5, en cambio, ha sido recibido con un “¿eso era todo?”. Está lejos de esa inteligencia casi humana insinuada durante años, apuntaron esos testers . Y las pruebas independientes lo confirman: GPT-5 sigue fallando en cosas muy básicas (por ejemplo, si se le pregunta “¿existe GPT-5?” responde confundido, como le pasaba a GPT-4) . Detalles así evidencian que no estamos ante ninguna entidad cuasi-consciente ni omnisciente, sino ante otro modelo lingüístico con sus limitaciones.

En cierto modo, la decepción era inevitable por la propia expectativa inflada. OpenAI y la comunidad generaron tanto hype que cualquier mejora que no fuera mágica sabría a poco . Pero además hay razones de fondo: el progreso en IA generativa está mostrando señales de desaceleración. Altman reveló que el desarrollo de GPT-5 fue más difícil de lo previsto, sufriendo retrasos de meses porque integrar todos los componentes del modelo resultó complejo . También mencionó un obstáculo clave: la escasez de datos. Ya no es tan fácil encontrar masivos conjuntos de datos nuevos y “limpios” para entrenar modelos gigantes . En palabras de Ilya Sutskever (ex-científico jefe de OpenAI), “podemos escalar en potencia, pero no en datos” . Esto significa que cada nueva generación (aún usando más cómputo) puede estar limitada por la calidad del material de entrenamiento disponible. Traducido: no veremos saltos gigantes cada vez, sino mejoras graduales y enfocadas en áreas concretas. GPT-5 encaja exactamente en ese patrón –más inteligencia incremental que revolución–, por mucho que el marketing haya querido pintarlo de otro color.

Para resumir, estos son los principales motivos de decepción con ChatGPT 5 desde el punto de vista de los usuarios y expertos:

  • Pérdida de control: la desaparición del selector de modelos manual quitó flexibilidad a usuarios avanzados, que ahora no pueden elegir la mejor opción para cada tarea .
  • Limitaciones en Plus: OpenAI impuso límites estrictos al uso del modo avanzado (Thinking) en el plan de $20, presionando a suscribirse al caro plan Pro para recuperar funciones y libertades .
  • Problemas de rendimiento inicial: un lanzamiento apresurado causó fallos (p. ej. el conmutador de modelos roto) que degradaron la calidad de las respuestas, haciendo que GPT-5 pareciera peor que GPT-4 en un inicio .
  • Respuestas inconsistentes: aún solventados los bugs, se han observado respuestas más lentas, algunas alucinaciones y errores inesperados que merman la confianza en el modelo .
  • Cambio de estilo poco bienvenido: GPT-5 adopta un tono más frío y neutro, lo que a algunos usuarios les resulta menos amigable y carismático que el estilo de GPT-4 (se extraña la “chispa” previa) .
  • Mejoras menos impresionantes: aunque GPT-5 es objetivamente más potente en ciertos ámbitos, no supuso un salto cuántico respecto a GPT-4. Las expectativas de una IA casi sobrehumana no se cumplieron, dejando un sabor a evolución incremental .

Reacción de OpenAI y del ecosistema ante la crítica

La ola de críticas y feedback negativo en torno a GPT-5 no pasó desapercibida. OpenAI, una empresa acostumbrada tanto a halagos como a escrutinios, respondió rápidamente en varios frentes. Como mencionamos, Sam Altman anunció en X (antes Twitter) “ajustes de emergencia”: mantenía GPT-4o disponible para usuarios Plus que lo prefirieran, arregló el bug de cambio de modelo y prometió dar más control sobre cuándo activar el modo de razonamiento . También duplicó temporalmente los límites de GPT-5 Thinking para los suscriptores de $20 , intentando apaciguar quejas sobre las restricciones. Esta reacción proactiva indica que OpenAI reconoció la magnitud de la insatisfacción y quiere conservar a su base de usuarios avanzados.

Altman incluso reconoció públicamente que “esperaban algunas irregularidades al lanzar tantas novedades a la vez, pero fue más problemático de lo deseado” . En otras palabras, aceptó que GPT-5 salió con aristas por pulir. La empresa asegura estar escuchando el feedback y trabajando para “estabilizar” la experiencia . Esto demuestra el peso que tiene la comunidad de usuarios en el desarrollo continuo del producto: ChatGPT se concibe como un servicio vivo, y OpenAI está dispuesta a rectificar rumbo tras un lanzamiento complicado.

Mientras tanto, en la comunidad tecnológica y medios especializados, el debate ha estado servido. Muchos expertos y publicaciones han analizado el traspié de GPT-5, comparando opiniones y resultados. City Magazine, por ejemplo, calificó a GPT-5 como “más un optimizador de servidores que una inteligencia revolucionaria” , apuntando que OpenAI priorizó reducir costes (usando modelos más baratos para preguntas triviales) a costa de la calidad para el usuario premium. Esa revista resumió el sentir de usuarios profesionales con una frase contundente: “Esto no es progreso. Es optimización de servidores disfrazada de innovación.” . En una línea similar, el portal Xataka a través de su editor Iván Linares criticó que OpenAI haya complicado la vida a los suscriptores Plus: “Me parece positivo no tener que elegir modelo, pero es un error retirarnos esa opción… Quisiera poder volver a GPT-4o” decía, tras confesar su decepción al probar GPT-5 . Muchos analistas destacan esta idea: GPT-5 puede facilitar las cosas al usuario común, pero ha alienado a los entusiastas expertos.

Por otro lado, ha habido voces llamando a la calma y a la perspectiva. Algunos señalan que no todo es negativo: GPT-5 sí aporta avances reales (como menos alucinaciones y mejor lógica) que quizá están pasando inadvertidos en medio del ruido. También hay usuarios que agradecen el tono más “serio” de GPT-5, argumentando que prefieren un asistente preciso a uno zalamero. Un profesor del MIT involucrado en estudios sobre IA comentó que él prefiere el estilo más sobrio de GPT-5, ya que parte del encanto de GPT-4 (ser muy conversacional) venía de su tendencia a divagar o reforzar sesgos . Desde este punto de vista, GPT-5 sería un paso hacia un chatbot más confiable y menos propenso a delirios, aunque a costa de calidez.

Asimismo, conviene señalar que la competencia en el sector de las IA generativas se está intensificando. Frente a un GPT-5 que no asombra, otros actores buscan aprovechar la ocasión. Por ejemplo, Google está afinando su modelo Gemini (considerado un rival directo), Anthropic continúa mejorando Claude, e incluso alternativas de código abierto van ganando terreno. En un análisis, Xataka Android enumeró algunas alternativas interesantes que están emergiendo –como DeepSeek, Kimi o Grok– y concluyó que “quedarse solo con ChatGPT cada vez tiene menos sentido”, especialmente si OpenAI no resuelve las quejas . El ecosistema de IA en 2025 es muy distinto al de 2022 cuando nació ChatGPT: ahora los usuarios tienen más opciones, y un traspié de OpenAI puede significar que parte de su público migre a otras plataformas. Esto añade presión para que OpenAI no se duerma en los laureles y recupere la confianza perdida con GPT-5.

En definitiva, la reacción general ha sido una mezcla de crítica constructiva, decepción manifiesta y ajustes sobre la marcha. OpenAI está aprendiendo de este episodio, y la comunidad también: se abren debates sobre hasta qué punto debemos encariñarnos con una IA, o qué es preferible en un asistente (¿más preciso pero impersonal, o más cercano aunque imperfecto?). Lo ocurrido con GPT-5 está sirviendo de lección para toda la industria.

Conclusiones: Lecciones de una decepción (y el camino a seguir)

La “gran decepción” de ChatGPT 5 nos deja varios aprendizajes valiosos sobre el desarrollo y lanzamiento de tecnologías disruptivas. En primer lugar, gestionar las expectativas resulta crucial. OpenAI promocionó GPT-5 como un hito revolucionario –posiblemente alimentando un hype inevitable–, pero eso creó una expectativa casi imposible de alcanzar. La brecha entre expectativas y realidad siempre duele: incluso un buen producto puede parecer malo si se esperaba un producto milagroso. Para futuros lanzamientos, tanto OpenAI como otros actores deberán comunicar con más claridad qué hace y qué no hace una nueva IA, para alinear mejor lo que el público espera recibir.

En segundo lugar, se evidencia que cada avance en IA generativa será más difícil que el anterior. GPT-5 nos recuerda que no existen balas de plata ni saltos mágicos frecuentes; tras el boom inicial de ChatGPT, las mejoras vendrán gradualmente y con esfuerzos enormes detrás. El público tal vez deba acostumbrarse a progresos incrementales y no a sorpresas anuales que parezcan ciencia ficción. Esto no quita mérito a GPT-5: objetivamente es el modelo más capaz de OpenAI hasta la fecha en muchos sentidos, solo que su impacto marginal es menor que el de GPT-4 respecto a su predecesor. La innovación sigue ahí, pero más diluida. No estamos ante el fin de la ley de Moore de la IA, pero sí ante sus primeros signos de ralentización.

En tercer lugar, la historia de GPT-5 resalta la importancia de la experiencia de usuario y la confianza. Una lección clara es que no basta con mejorar la capacidad técnica de un modelo; hay que cuidar cómo esos cambios afectan al usuario final. Quitar opciones avanzadas sin ofrecer un sustituto igual de eficaz fue un error de cálculo que minó la confianza de los usuarios más fieles. OpenAI tuvo que dar marcha atrás parcialmente (devolviendo GPT-4o, ajustando límites) para atender ese malestar. Esto demuestra que en servicios de IA, el usuario experto también importa, y mucho. Son a menudo ellos los mayores embajadores (o detractores) del producto. Escuchar su feedback –como OpenAI finalmente hizo– es fundamental para mantener la credibilidad y trustworthiness (confianza) en la marca.

Por último, cabe reflexionar sobre el equilibrio entre automatización y control. GPT-5 apostó por la automatización total (el sistema decide por ti), y la reacción ha mostrado que muchos usuarios no siempre quieren una caja negra que lo haga todo sola. A veces, prefieren poder intervenir, aunque sea opcionalmente. Quizá el camino óptimo esté en modelos híbridos: una IA muy inteligente que, sin embargo, deje espacio al usuario para configurar o verificar ciertas decisiones. En términos de E-E-A-T (Experience, Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness), esto se traduciría en proporcionar transparencia y herramientas de control al usuario experto, sin dejar de ofrecer simplicidad al usuario novato. Encontrar ese balance será clave para futuras iteraciones.

En conclusión, ChatGPT 5 nos recuerda que incluso las grandes empresas de IA pueden tropezar al intentar innovar rápidamente. No significa que GPT-5 sea un mal producto –sigue siendo una hazaña tecnológica notable–, pero la distancia entre lo prometido y lo entregado ha erosionado parte del brillo que rodeaba a ChatGPT. OpenAI probablemente afinará GPT-5 en los próximos meses mediante actualizaciones, aprendiendo de este feedback masivo. Es de esperar que incorporen opciones más flexibles para contentar a los power users, y continúen reduciendo errores para que todos perciban una mejora tangible. Por ahora, muchos usuarios veteranos seguirán usando GPT-4o (o explorando otras IA) hasta que GPT-5 demuestre realmente su valor.

En Rincón de la Tecnología seguiremos de cerca cómo evoluciona esta situación. ¿Será ChatGPT 5 una simple transición hacia algo mucho mayor (GPT-6 quizá), o el inicio de una meseta en la innovación de IA? Solo el tiempo lo dirá. Por lo pronto, la lección para todos –empresas y usuarios– es clara: mantener los pies en la tierra con cada nuevo avance, porque hasta la inteligencia artificial más sorprendente puede decepcionar si olvidamos sus límites. La verdadera revolución quizá no llegue de golpe, sino paso a paso, con humildad y aprendizaje constante.

Sobre el autor

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Carlos

Me definiría como persona entusiasta que le encanta aprender cosas nuevas, tener retos nuevos y vivir nuevas aventuras constantemente. Además, soy de los que opinan que hay disfrutar y aprovechar al máximo cada momento. Me dedico al Marketing Online, aunque me apasiona la ciencia, las motos y los deportes como el remo, la natación y el MMA.

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