Elon Musk está preparando algo revolucionario que tiene pinta de salir a luz en los próximos meses. Si repasamos cronológicamente ciertos acontecimientos, todo apunta en la misma dirección. En Junio del 2016 se fundó la empresa ‘Neuralink’; hace unos meses Musk afirma «o los humanos se fusionan con las máquinas, o la inteligencia artificial nos hará irrelevantes»; y esta semana se filtra el enfoque de trabajo de ‘Neuralink’: fusionar inteligencia digital con biológica. Aún no han emitido un comunicado oficial, aunque está previsto hacerlo en los próximos meses. ¿Qué mejor ocasión para hacerlo que en Junio, coincidiendo con el aniversario? La empresa ha sido registrada en California, como compañía de investigación médica; y cuenta con importantes investigadores del campo de la neurociencia. Teniendo en cuenta el historial de Musk con los proyectos futuristas enfocados al ámbito tecnológico, blanco y en botella.
¡Fuuu-sión!
El principal desafío que encuentran es la abismal diferencia de transmisión y procesamiento de datos. Los ordenadores nos superan con creces. Es por ello que se necesita una interfaz que haga de intermediaria, la cual utilizaría unos electrodos implantados en el cerebro. Este sistema ha sido bautizado como «cordón neural», y serviría para potenciar nuestras capacidades. Muchos puede que se estén entusiasmando imaginando súper poderes, pero el objetivo inicial será tratar enfermedades. La investigación en el campo de la inteligencia artificial nos permite entender mejor el cerebro humano. Ello, a su vez, permite encontrar cura a enfermedades como Alzheimer, epilepsia, depresiones graves, etc.
Evidentemente, una vez recibida la aprobación del público y del Gobierno, emprenderán nuevos caminos; hacia el desarrollo y mejora de nuestras capacidadesy funciones cognitivas, convirtíendonos en «súper-humanos», la siguiente fase en la evolución. La estrategia planteada es totalmente lógica: primero se ganan la confianza y el respeto ayudando y ofreciendo soluciones para luego plantear algo que de primeras habría sido muy polémico y controvertido, sobre todo a nivel ético. Ésto sucede constantemente en todos los campos: primero nos crean unas necesidades y nos ofrecen unas herramientas, para luego explotarlas.
El cambio social
Esta fusión, humano-máquina, nos acerca más al mundo del ‘biohacking’ y los ‘grinders’. Implementación de tecnología en el cuerpo humano para así incrementar, mejorar y/o adquirir funciones o habilidades. La raíz «hacking» implica vulnerabilidad a ataques digitales. En un mundo en el que muchos son víctimas de unos pocos, hay una imperiosa necesidad de mejorar las defensas y leyes en este sector. Apenas ahora estamos reaccionando al ciberacoso, la usurpación de identidad en línea, protección de la privacidad, etc. Por otro lado, las vulnerabilidades digitales no deberían ser percibidas diferente de las biológicas.
Siendo un cíborg, el ataque de un virus informático tendrá la misma importancia que el ataque de un virus biológico. A efectos prácticos, nuestro cuerpo será vulnerable y atacado, no se trata de un mero símil. Otro motivo más por el cual plantearse la otra cara de la moneda. Debemos ser realistas con los cambios en la sociedad y anticiparnos. Crear una red segura que nos proteja de los «trolls» cibernautas o del espionaje y manipulación, tanto pirata como gubernamental.