Las empresas disponen de varias opciones para acceder a la tecnología y equipamiento que necesiten. El renting tecnológico como alternativa a la compra, está ganando adeptos en los últimos tiempos, llegando a incrementarse un 25% entre empresas, pymes y autónomos. Pero, cuál es la decisión más acertada para la empresa, ¿comprar o alquilar equipamiento tecnológico? Se trata de elegir entre gastar todo el dinero de golpe, o hacerlo mediante cuotas fijas mensuales.
Tradicionalmente, la tendencia mayoritaria ha sido comprar activos tecnológicos. Sin embargo, actualmente existen otras vías de acceso a la tecnología y equipamiento mucho más ventajosas económicamente para la empresa. Es el caso del renting tecnológico.
¿Qué es el renting tecnológico?
El renting tecnológico es un modelo de financiación alternativa a los bancos que consiste en el pago por uso de hardware, software y equipamiento. Una solución personalizada y hecha a medida para garantizar que la solución de financiación se adapte a las necesidades reales de la empresa.
A continuación, analizamos algunas de las ventajas del renting frente a la compra, como la renovación de los equipos, el ahorro que supone para las empresas o sus beneficios fiscales.
Ventajas del renting frente a la compra
Las empresas que optan por el renting tecnológico, en lugar de la compra tradicional, no tienen que hacer ningún desembolso inicial. Además, las cuotas se contabilizan como gasto, por lo que son 100% deducibles. Y lo más importante, no computan en CIRBE. Es decir, la capacidad de endeudamiento y tesorería se mantienen intactas para poder afrontar futuras inversiones.
Otro de los grandes beneficios del renting versus la compra de tecnología, es la facilidad para renovar activos; su flexibilidad. Evita tener que hacer nuevas inversiones cada dos o tres años. De hecho, la renovación de activos en renting puede hacerse no solo al finalizar el contrato, sino también durante todo el período contractual. De esta forma, es más fácil que las empresas puedan acceder a la última tecnología y con ello, optimizar su productividad.
Está comprobado que contar con la tecnología, más adecuada en cada momento y acceder a modelos más avanzados aumenta la productividad de los trabajadores. Según los últimos datos, el 36% de las empresas tienen equipos de más de 4 años, con lo que sus empleados pierden de media 42 horas de trabajo al año como consecuencia de la inoperatividad de los equipos. Es más, una renovación de equipos adecuada mediante el renting tecnológico podría sumar 21 horas extras anuales de productividad por cada empleado.
Más allá de las ventajas fiscales del renting, siempre será mejor invertir el dinero poco a poco, a través de cómodas cuotas, en lugar de hacerlo de una sola vez. Aún más teniendo en cuenta que pymes y autónomos pueden acceder a más servicios relacionados con esta modalidad de financiación, como las herramientas de gestión de activos, para llevar un mayor control y seguimiento de estos. Además, todos los activos incluidos en el contrato de renting deben tener asociado un seguro multirriesgo, lo que da mayor tranquilidad a las empresas. Sobre todo, en el caso de los dispositivos móviles ante cualquier imprudencia o percance que pueda surgir.
Una de las cosas que más preocupan a las empresas es el ahorro de energía
La inestabilidad de los mercados, los cambios externos y las cuestiones geopolíticas, hacen muy difícil que las empresas estén dispuestas a afrontar grandes inversiones. Sin embargo, el tema del ahorro energético es uno de los que más les preocupa. El renting, a diferencia de la compra, hace que sea mucho más fácil el acceso a energías renovables, y con ello poder llegar a ahorrar entre un 40% y un 80% en sus facturas. Lo que les permite recuperar liquidez y les da la posibilidad de reinvertir todo ese dinero en su core business.
¿Conviene hacer un renting o comprar?
Cada empresa debe valorar la opción que más le convenga en cada caso. Puesto que cada una conoce sus detalles y qué le hace funcionar. Aunque el renting es una muy buena opción para tener en cuenta. Ofrece la oportunidad de contar con la tecnología y equipamiento necesarios pagando únicamente una cuota fija mensual. Lo cual es importantísimo, ya que empresas, pymes y autónomos pueden contar con el hardware, software y equipamiento más potente del mercado manteniendo altos niveles de rendimiento y productividad.
El renting es muy interesante tanto para pequeñas como para medianas y grandes empresas. Garantiza la accesibilidad a la tecnología y permite resguardar capital para futuras ampliaciones de mercado, apertura de nuevas oficinas, etc.
En definitiva, el renting frente a la compra es una alternativa con todo tipo de facilidades para las empresas. Incluso ofrece la posibilidad de pasar los activos tecnológicos a renting a aquellas empresas que recientemente hayan adquirido equipamiento o tecnología mediante el rent back, para que puedan recuperar liquidez y disfrutar de todas las ventajas del renting.