Todo lo que debes saber sobre las cookies

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Al navegar por la web, es común encontrarse con avisos preguntando si uno está de acuerdo con que se almacenen cookies. En otros casos, directamente anuncian que de continuar usando el sitio web, se guardarán cookies puesto que el uso se tomará como consentimiento. Esta situación varía dependiendo de las regulaciones que apliquen a la página web y las leyes de protección de usuario vigentes. Los avisos no siempre van a ser iguales ni tendrán las mismas capacidades, es posible que la cantidad de información a guardar varíe. Lo cual sirve como preámbulo para conocer qué es realmente una cookie: es un tipo de archivo que genera una página web, el cual se envía desde su servidor hasta el navegador del visitante del portal. De esta forma, cuando la persona regrese al mismo sitio web, la experiencia de uso se adecuará a la manera en como el individuo consume el contenido. En otras palabras, modifica de forma única lo que se muestra en pantalla, de acuerdo a las preferencias del visitante. Para conocer los gustos de aquel que entre a la página web, solo basta con observar el tiempo que dedica a las secciones, los enlaces donde hace clic, las publicaciones que lo motivan a salirse del sitio web, etc.

¿Qué tipos de cookies existen?

En la actualidad existen 4 tipos de cookies, aunque son 3 las que más se usan para mantener el respeto por la privacidad del usuario. Cookies de sesión, persistentes, seguras y zombis. Seguro has oído de ellas al usar el internet. Si eres un usuario avanzado, tienes la facilidad de estar familiarizado con la terminología, por lo que puedes entretenerte con otras actividades, como entrar a etoro argentina. Nunca está de más repasar un poco que significan las diferentes modalidades de sesiones. Para empezar las cookies de sesión guardan la información y la eliminan justo después de que se cierre el navegador. No son muy útiles por su poco tiempo de vida, pero son las menos invasivas de todas las cookies. Seguidamente se encuentran las persistentes, que se mantienen activas incluso después de cerrar el navegador por el tiempo que determine el creador de la cookie. Puede ser varios días, semanas o incluso años. Ahora bien, el usuario tiene la facilidad de borrarlas al entrar en la configuración del navegador, que podría ser Safari, Chrome, Firefox, Brave o cualquier otro. Luego están las cookies seguras, que se distinguen de las demás porque solo funcionan bajo el protocolo HTTPS, con el fin de evitar que terceros vean los datos guardados y los usen a su conveniencia. Para conocer cómo los hackers pueden atacar a través de las cookies, se puede consultar esta información. Por último se puede mencionar las cookies zombis, que tienen como particularidad que pueden regenerarse después de que el usuario las borra. De modo que representan una amenaza seria para la seguridad y privacidad, puesto que van en contra de los deseos de los usuarios.

¿Cuándo se creó la primera cookie?

Su origen se remonta a 1994, cuando un trabajador de Netscape Communications quería encontrar una forma de que las últimas acciones hechas por el visitante se mantuvieran como las dejó al momento de abandonar la página, sin ocupar espacio en el servidor de la página. Cabe aclarar que antes de aplicarlas en navegadores, ya existían en otros sistemas informáticos. Su nombre “cookie” se usa así tal cual en el español, debido a la influencia que tiene el inglés en el lenguaje computacional, aparte de que la traducción “galleta” no tendría mucho sentido. Por lo tanto, quedó esa denominación para este tipo de archivo.

Sobre el autor

David García

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