Es muy común escuchar la palabra bug – insecto en inglés – para referirse a problemas o errores en software, pero ¿Sabemos por qué se usa dicha palabra?
Retrocedamos un poco en el tiempo, 9 de septiembre de 1947, Universidad de Harvard. Se descubre un error en la máquina Mark II, ordenador electromecánico financiado por la Marina de los Estados Unidos.
Un relé electromagnético había fallado y todo por culpa de una simple polilla que se introdujo dentro. En los informes posteriores, Grace Murray Hopper, matemática y física que trabajaba en el proyecto, y creadora del lenguaje de programación COBOL, pegó la polilla al documento para demostrar la causa del error, refiriéndose a él como el primer caso de «bug» documentado de la historia.
Aunque no era la primera vez que se usaba la palabra bug como error, Murray Hopper afirmó, en su momento, que el término ya se usaba para referirse a problemas en los radares norteamericanos durante las segunda guerra mundial. Incluso Thomas Alba Edison ya informó de bugs en sus radiófonos 50 años antes refiriéndose a interferencias y mal funcionamiento.
Grace Murray Hopper fue la primera en asociar la palabra bug a la informática, y a día de hoy, todavía se puede ver el informe con la polilla en el museo de computadoras de la Naval Surface Warfare Center, en Dahlgren, Virginia.