Recientemente China lanzó el primer satélite cuántico con el fin de crear un sistema de comunicaciones invulnerable. Es un proyecto del «Quantum Experiments at Space Scale» o QUESS.
En esta misión proyectada a dos años, QUESS deberá establecer una comunicación cuántica a prueba de hackers, entre el espacio y la tierra, y brindar pistas sobre el fenómeno cuántico más extraño: el «entrelazado cuántico».
Las partículas entrelazadas están totalmente vinculadas entre sí, sin importar la distancia que las separe; de este modo, cualquier cambio experimentado por una de las partículas, afectará de alguna forma a las otras.
QUESS enviará sus mensajes mediante fotones entrelazados. Ese sistema -en teoría- es invulnerable a los ataques informáticos y, adicionalmente, cualquier intento de ataque sería detectado de inmediato debido al efecto sobre el fotón receptor. Aunque muchos países están trabajando en la comunicación cuántica, China es el primero en lanzar un satélite dedicado al desarrollo de esta tecnología.
El satélite QUESS pesa 600 kilogramos y fue diseñado para circunvalar la tierra a una altitud de 500 kilómetros y completar una vuelta cada 90 minutos, según informó la agencia de noticias Xinghua.
Otra prueba que hará este sistema es la «tele-transportación cuántica» radiando información precisa acerca del estado de las partículas desde el satélite a la base receptora ubicada en el Tíbet, según afirma la misma fuente.
Aunque es reconocido como QUESS por ser esta organización la encargada del proyecto, el verdadero nombre del satélite es «Micius», refiriéndose a un importante científico chino que condujo innovadores experimentos en óptica ya en el siglo quinto AC, siguiendo el ejemplo de las sondas Galileo y Kepler enviadas por la NASA.