¿Debería tener WhatsApp unos límites?

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Hoy en día no nos imaginamos una sociedad sin una comunicación avanzada que nos permita estar conectados. Las empresas de comunicaciones que ofrecen estos servicios saben la importancia que tienen y saben adaptarse a las nuevas tecnologías y peticiones de los usuarios. Sin duda, hoy en día el mejor medio de comunicación a nuestro alcance es el smartphone y la infinidad de posibilidades que ofrece. Hoy quiero plantear una pregunta a mi parecer de cierta importancia, ¿dónde está el límite de cada servicio ofrecido al usuario?

Para responder a esta pregunta quiero plantear la situación de una de las aplicaciones más utilizadas a día de hoy en lo que a comunicación se refiere, WhatsApp. Todos usamos ese servicio y muchos recordamos sus comienzos. Comenzó como un servicio de mensajería instantánea, algo a lo que no estábamos acostumbrados a ver en nuestro dispositivo móvil. Creció muy rápido y ha conseguido ganarse un lugar fijo que cada smartphone que se activa. Hemos presenciado numerosas actualizaciones que se convertían en necesarias, veíamos cambios en el diseño, nuevos emoticonos o mejoras en el chat. Pero también hemos vivido ciertas caídas inesperadas o en fechas señaladas que no deberían ocurrir en el servicio de mensajería más importante actualmente. WhatsApp ha conseguido alcanzar una posición más o menos equilibrada y estable que tiene a la mayoría de usuarios contentos.

Recientemente ha incorporado la posibilidad de realizar llamadas en su aplicación, una gran mejora a ojos de muchos consumidores pero que desde mi punto de vista no todo será tan útil como puede parecer. Si tenemos en cuenta que es el servicio de mensajería instantánea más usado en el mundo, serán muchísimas las llamadas realizadas, si costaba mantener unos servidores estables solo con mensajes de texto, ¿Qué cantidad de caídas y problemas pueden traer las nuevas llamadas? Eso sin contar el gran uso que se hará de la tarifa de datos de muchos usuarios inexpertos y las quejas que conllevarán.

Hoy he leído algo interesante y que me ha animado a realizar este artículo. Al parecer WhatsApp no ha terminado de establecer el servicio de llamadas totalmente y ya piensa en continuar con su expansión al mundo de la videollamada, que la llevaría a competir directamente con servicios como Skype. ¿Está realmente preparada para seguir expandiendo sus posibilidades? ¿Puede hacer frente a estos cambios?

Mi opinión respecto a este tema es clara, cada cosa tiene su utilidad y en este caso, cada aplicación o servicio. Esta muy bien innovar y ofrecer más posibilidades pero no debemos olvidar su principal uso. Todos recordaréis la famosa Red Social llamada Tuenti, entre los jóvenes fue la más utilizada durante años, pero cometió un fallo, intento expandirse hacia las llamadas, crear una compañía móvil y realizar una extraña integración con los contactos. Olvidaron su verdadero uso, la razón de su éxito.

Quien quiere mandar un correo usa un servicio de correo como puede ser Gmail, quien quiere publicar fotos utiliza servicios como Instagram y quien quiere hacer uso de mensajería instantánea siempre piensa en WhatsApp. Una empresa que consigue el éxito con su obra tiene que pensar en perfeccionar lo casi perfecto pero tener en cuenta unos límites no establecidos que si son sobrepasados pueden causar más daños que beneficios.

¿Cuál es el límite?

Sobre el autor

David Roldán

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