Uno de los grandes problemas del nuevo siglo al que se tiene que enfrentar la humanidad es la escasez de agua potable. Aunque tres cuartas partes del planeta son agua solo el 3% es potable, y de esta el 80% se encuentra en forma de glaciares o casquetes polares. Por eso desde Canadá llega un proyecto que podría ser un inicio a un futuro de abastecimiento más sostenible.
The Pipe, el tubo desalinizador.
Presentado en el LAIG (Land Art Generation Initiative) de California, este proyecto es uno de los finalistas al evento de California que premia iniciativas de generación de recursos de manera ecológica.
Su estructura principal es una forma tubular de unos 200 metros de largo forrada en su exterior por paneles de plata y aluminio que concentran la luz solar para generar energía. De esta manera se espera que sea capaz de producir unos 10000 MW de energía anuales para realizar el proceso de desalinización. Esta energía alimentaría un sistema de filtración electromagnética capaz de purificar más de 5500 millones de litros de agua salada al año.
Diseñado por Khalili Engineers, empresa canadiense especializada en procesamiento de comidas y embalajes, se espera que, en caso de resultar ganador de la convención, sea construido en modo de pruebas en la costa californiana de Santa Mónica.
No solo de purificar vive
Es un proyecto muy costoso, ya que al habitual coste de paneles solares, reflectantes y la maquinaria, habría que añadir el gasto que supone la construcción de una estructura de semejante tamaño en mitad del agua.
Por ello se espera que una parte del agua generada sea del tipo denominado “agua clara”, apta para cualquier uso menos el potable ya que contiene un 12% de salinidad aún. Esta agua sería empleada en la misma estructura para abastecer unos baños termales en el interior del edificio, y que permitirían generar ingresos adicionales para su mantenimiento.
Si bien los datos que se calculan de generación y consumo de agua no son del todo suficientes. Una estructura de este tipo sería capaz de generar, según datos del proyecto y los consultados de abastecimiento de la ciudad de Los Ángeles, aproximadamente el 10% del agua consumida en un mes. Por eso esperamos que esto solo sea el inicio para una serie de estructuras generadoras de agua potable que puedan ser más eficientes y permitan paliar uno de los principales problemas de este siglo XXI.