La reconocida fábrica de automóviles Toyota también se ocupa de otros proyectos, como este interesante accesorio creado por su división «Partner Robotics» llamado BLAID que busca ayudar a los ciegos en sus actividades cotidianas.
El accesorio en cuestión se parece a un collar que se coloca sobre los hombros y que gracias a los sensores y cámaras que integra ayuda a identificar accesos, obstáculos y otros elementos que puedan ser significativos para el usuario. El fabricante ha sido enfático en aclarar que su objetivo no es reemplazar otras ayudas utilizadas habitualmente por las personas con discapacidad visual, sino complementarlas brindando información adicional que de otro modo no estaría disponible.
Su funcionamiento permite que, gracias a la tecnología que integra, el usuario pueda saber si se encuentra ante puerta, (incluso podría determinar si se trata de una entrada o salida, si hay alguna indicación al respecto), si hay un ascensor y -de ser así- si el mismo está disponible en el momento, e incluso puede detectar las señales que se asocian a servicios sanitarios, parques, zonas restringidas, etc.
Una vez el dispositivo capta e identifica un punto de interés, brinda información al usuario mediante vibraciones o señales auditivas. También permite a la persona interactuar con el collar mediante botones o reconocimiento de voz; gracias a esta interacción el invidente podrá desenvolverse con mucha mayor fluidez en entornos en los cuales no acostumbre moverse, brindándole mucha mayor libertad y autonomía, mejorando así su calidad de vida.
Por el momento este producto está en desarrollo, pero Toyota espera lanzarlo al mercado integrando funciones adicionales como sincronización con mapas, identificación de objetos e incluso reconocimiento facial, de modo que el invidente tenga mucha más información contextual en tiempo real. Una vez inicie la fase beta, -para la cual aún no se ha establecido fecha- se espera que personas con diferentes grados de discapacidad visual utilicen los prototipos para conocer su funcionamiento en el mundo real y así poder pulir sus funciones, integrar aquellas que sean de mayor utilidad y eventualmente descartar las que no representen un verdadero aporte al objetivo.
Este proyecto muestra que la tecnología de reconocimiento de objetos que se está implementando en vehículos de última generación también puede ser aplicada a otros escenarios, con resultados muy alentadores.