Gutenberg posiblemente no imaginó la magnitud del impacto que supondría la imprenta en el mundo moderno. Desde entonces, la palabra escrita se ha difundido por todo el orbe casi hasta el infinito. Este invento supuso el acceso a la educación de miles de millones de personas a lo largo del tiempo. La era digital es el nuevo salto cuántico en la difusión de contenidos y la educación no es la excepción. En la primera entrega conversamos sobre cómo la educación y la tecnología se llevan de la mano para brindar mejores experiencias de aprendizaje a los usuarios, mientras que en la segunda parte comentamos sobre las modalidades existentes para conocer dichas experiencias. En esta última parte, hablaremos sobre tendencias que se manejan en la actualidad y cómo funcionan.
La Era Digital en la Educación: Como ha avanzado el tiempo.
Los libros impresos (novelas, enciclopedias, diccionarios, boletines, informes, gacetas, y pare de contar) eran fundamentales para el proceso formativo en las escuelas. Ya esto ha sido superado por la disponibilidad de completas ediciones de casas editoriales que sólo pesan lo que pese el dispositivo que las contenga. Imaginemos la colección Britannica (o buena parte de ella) en una tablet -realmente, no en el espacio del disco de una tablet, sino más bien en la nube-. Igualmente, el uso de pizarras digitales en los salones de clase ofrece una experiencia más interactiva de formación frente a las clásicas pizarras verdes con tiza blanca. El papel seguirá existiendo en la Educación, pero ya no tendrá el rol principal. ¡Es todo un cambio de paradigma!
También esto es un punto importante: el conocimiento ya no se reduce a grupos editoriales que lo ofrecen a través de sendas colecciones enciclopédicas, sino que está disponible ahí, al alcance de todos. Iniciativas como la de Fundación Wikimedia y sus diversas wikis prometen, en síntesis “imaginar un mundo en el cual cada persona tenga acceso libre a toda la suma del conocimiento humano”. ¡No es cualquier cosa! Como todo, existen aspectos a considerar. Uno es el hecho que la información cuando se produce de esta manera puede tener sesgos, distorsiones de forma y fondo que restan veracidad u objetividad al contenido. Si el usuario tiene escasa formación o experiencia en el uso de Internet esto puede ser víctima de ello. Otro, el acceso a dicha información en el caso de personas que no pueden acceder a computadores, no saben usarlos o no cuentan con Internet. Parecerá mentira, pero esto sigue ocurriendo y es lamentable.
m-learning: Estudio donde y cuando quiero.
La movilidad es una característica más de la educación en la actualidad. El uso cada vez más común de dispositivos inteligentes permite llevar nuestras aplicaciones educativas con nosotros, nos permite realizar investigaciones, así como generar nuestros propios resultados y transmitirlos a la comunidad. Existen infinidad de aplicaciones capaces de simular entornos de salones de clases, aplicar pruebas y llevar seguimiento de nuestros alcances o logros. Las mismas pueden estar disponibles en el ordenador de sobremesa o portátil, así como dispositivos móviles mediante aplicaciones, siendo Internet el epicentro de todas ellas.
Todo esto implica abandonar ciertas costumbres para adquirir otras, y esto es realmente agobiante, pero una vez adaptados la experiencia resulta muy fácil y agradable. El hecho de prescindir de libros de texto, cuadernos y lápices, calculadoras, incluso herramientas de trabajo como reglas, escuadras, el compás o un transportador es posible. También es un hito personal, pues implica romper con todo un esquema bajo el cual millones de personas fueron educadas. Eso y aquello de «toda la suma del conocimiento humano» de Wikipedia, por ejemplo, brida oportunidades casi ilimitadas al internauta.
Algo que cobra vigencia en la actualidad son los cursos online, los cuales son experiencias de aprendizaje en tiempo real o no, con contenidos descargables para complementar la formación recibida en una «sesión» o «clase» virtual con el profesor. Constan de un tablero sobre el cual el facilitador expone contenidos, acceso a cámara web y micrófono para «conversar» con los alumnos y un canal de chat para que cientos -quizás miles- de asistentes a la clase hagan sus intervenciones desde sus equipos de sobremesa, laptops, tablets o teléfonos móviles. A esto también le dicen b-learning (b del inglés blended, combinado)
También existen plataformas como MiriadaX, Coursera o EdX, que ofrecen experiencias de aprendizaje similares, un poco más remotas que lo comentado anteriormente, y donde el estudiante debe cumplir con determinadas asignaciones en un plazo de tiempo determinado. De esto hablamos más en detalle en la entrega anterior de este post.
Ciertamente, estudiar a través de herramientas tecnológicas implica asumir una actitud más abierta frente a lo nuevo y re-definir algunos hábitos personales. También, sopesar qué ventajas ofrece cada una de las herramientas y escoger alguna que sea compatible con nuestras necesidades.
Lugares para Conseguir Información. Las nuevas Bibliotecas.
Ya no recuerdo cuándo fue la última vez que pisé una biblioteca. Llenar fichas, pasar horas sentado en un espacio cerrado y muy agradable para… tomar una siesta sin que te molesten. Las bibliotecas tienen su encanto, pero ya no hace falta ir hasta allá para obtener información. Ahora con saber el tema a investigar y un buscador, accedemos a buena parte de lo que necesitamos, y ciertamente, la web ofrece infinidad de opciones: las clásicas monografías.com y rincondelvago.com, que cuentan con un banco impresionante de trabajos e investigaciones para realizar -no copiar, he dicho- nuestras asignaciones. Si estás buscando algún libro en particular, puedes probar con Scribd, una plataforma donde puedes acceder a estos mediante suscripción o colaborando con la subida de algún documento de tu autoría, y si eres más visual, Slideshare puede ofrecerte cientos de miles de presentaciones sobre prácticamente cualquier tema que busques.
Si quieres conocer la opinión de expertos sobre determinado tema, TED es una alternativa excelente para ello y si te consideras autodidacta, Youtube cuenta con tutoriales para casi cualquier cosa imaginable. Así, prácticamente todo lo que necesites estará disponible en la web. Sólo requieres un mínimo de conocimientos sobre lo que quieres investigar para evitar sesgos o información errada. Eso será así siempre.
Comunidades en Red: los nuevos «compañeros de clase».
Se ha determinado que el aprendizaje, cuando es en grupos o comunidades permite obtener mejores resultados. La experiencia de un salón real de clases es insustituible… hasta ahora.
Estas plataformas formativas permiten que las personas interactúen entre sí desde básicamente cualquier parte del mundo. Ello constituye una nueva experiencia de inmersión cultural, y a su vez, una nueva forma de comunicarse y de aprender. Servicios como Whatsapp permiten crear grupos de «compañeros de clase», donde además de conversar, se puede compartir información, aclarar dudas, consultar la opinión de otros y todo sin barreras geográficas, de tiempo -e incluso- de idioma. Ello supone una nueva dinámica en las relaciones interpersonales de la gente. Quizás lo más interesante es que dicha dinámica está en permanente construcción, pues representa una novedad en la forma de aprender, y no todo está escrito al respecto.
Son muchos los desafíos que la tecnología plantea a la educación convencional, pero son más los beneficios que se pueden obtener de esto. Es algo generacional, y tomará tiempo, pero, sin lugar a dudas, la educación más temprano que tarde tendrá nuevas reglas de juego.